The Printer's Proof: Artist and Printer Collaborations
The Printer’s Proof: Artist and Printer Collaborations explores how artists work with printers to create graphic art that spans diverse perspectives, media, and subject matter. Each section of the exhibition features different approaches to printmaking while also revealing the interactions between artists and printers. Some sections delve more deeply into the visual and aesthetic choices that were determined in the collaborative process. Other sections focus on narratives and subjects that are present in the works. Each printer’s perspective and stories are key threads followed throughout the exhibition.
Collaborative printmaking is a creative endeavor that brings together the expertise of the printer with the aesthetic vision of the artist. The interpretation and presentation of fine art prints often feature the artist. This project, however, highlights both the collaborative process and the point of view of the printer. These collaborations can result in new visual languages, often reenvisioning both form and technique. The age-old practices of printmaking have spanned the history of art and have included commercial uses like journalism, books and manuscripts, cartography, and reproducing works in other media. At various points in history, including the United States in the 1960s, prints were more widely accepted as an artistic medium on par with painting or sculpture. This demand led to the establishment of important graphic workshops that have made the technical practices of printmaking available to artists.
Each of the printers in this exhibition have worked in New Mexico and their careers span from the 1970s to the present. They are all part of an important lineage of printers who emerged from major workshops. Steve Britko, Robert Arber, and Bill Lagattuta all received master printer certifications from the Tamarind Institute which was established in Los Angeles in 1960 and moved to Albuquerque in 1970. Michael Costello apprenticed with Ron Adams who worked as the master printer at Gemini G.E.L. in Los Angeles before founding Hand Graphics in Santa Fe. Marina Ancona studied and worked with Michael Costello and Ron Adams as well as with Michael Woolworth in Paris. Jennifer Lynch worked with Robert Blackburn, who was the master printer of Universal Limited Art Editions in New York from 1957-1963.
Each of the featured printers has collaborated with hundreds of artists over decades of work. They have generously shared their collections, stories, expertise, and perspectives with us as we delve deeper into the world of collaborative printmaking.
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La prueba de impresor: Colaboraciones entre artistas e impresores
La prueba de impresor: Colaboraciones entre artistas e impresores explora la forma en que artistas colaboran con impresores para crear arte gráfico que abarca múltiples perspectivas, medios y temáticas. En cada sección de esta exposición se presentan diferentes enfoques sobre el grabado mientras se descubren las interacciones entre artistas e impresores. Algunas secciones profundizan sobre las decisiones visuales y estéticas que se determinan en el proceso colaborativo. Otras secciones se centran en la narrativa y la variada temática presente en las obras. Las historias y el punto de vista de cada impresor son los hilos conductores fundamentales de la exposición.
El grabado colaborativo es un esfuerzo creativo que reúne la destreza del impresor con la visión estética del artista. La interpretación y la presentación de grabados artísticos a menudo se centran en el artista. No obstante, en este proyecto se destaca tanto el proceso colaborativo como el punto de vista del impresor. Estas colaboraciones pueden dar lugar a lenguajes visuales nuevos, reinterpretando a menudo tanto la forma como la técnica. Las prácticas ancestrales del grabado comprenden la historia del arte y se han aplicado en usos comerciales como el periodismo, hasta en libros y manuscritos, cartografía y en la reproducción de obras en otros medios. En diferentes momentos de la historia, como ocurrió en la década de los años sesenta en Estados Unidos, los grabados eran generalmente más aceptados como medio artístico y se equiparaban a la pintura o la escultura. Esta demanda dio lugar al establecimiento de importantes talleres gráficos que pusieron los conocimientos técnicos del grabado a disposición de los artistas.
Cada uno de los impresores a los que se dedica esta exposición ha trabajado en Nuevo México y sus carreras se han desarrollado desde la década de 1970 hasta día de hoy. Todos ellos forman parte de una importante estirpe de impresores que salieron de importantes talleres. Steve Britko, Robert Arber y Bill Lagattuta recibieron su certificación como maestros impresores del Tamarind Institute, que se fundó en Los Angeles en 1960 y se trasladó a Albuquerque en 1970. Michael Costello fue aprendiz de Ron Adams, quien trabajó como maestro impresor en Gemini G.E.L. en Los Angeles antes de fundar Hand Graphics en Santa Fe. Marina Ancona estudió y trabajó con Michael Costello y Ron Adams así como con Michael Woolworth en París. Jennifer Lynch trabajó con Robert Blackburn, quien fue maestro impresor en Universal Limited Art Editions en Nueva York de 1957 a 1963.
Cada uno de los impresores de la exposición ha colaborado con cientos de artistas a lo largo de décadas de trabajo. Han tenido la enorme generosidad de compartir con nosotros sus colecciones, sus historias, conocimientos y perspectivas para que podamos adentrarnos en el mundo del grabado colaborativo.
